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Preámbulo

De las plantas o hierbas aromáticas se extrae el aceite esencial. Es por ello que se define como la fuerza vital de la planta. Su utilización y el conocimiento de sus propiedades curativas remonta a las civilizaciones chinas y egipcias. Catalogada como una milenaria forma de medicina y cosmética. Incluso el médico griego Hipócrates, hacía referencia a numerosas plantas medicinales en sus escritos.

En la misma línea los romanos y los árabes, perfeccionarían los conocimientos adquiridos. Basta reconocer la contribución del famoso alquimista Avicena. Fue el pionero en la destilación de plantas medicinales en un alambique. 

Posteriormente la creencia del poder curativo de las plantas, se mantuvo gracias a los monjes. En los monasterios, preparaban soluciones anti bacterianas y poder combatir las plagas de la época. Actualmente la ciencia descubre infinidad de ingredientes vitales en la naturaleza. Demostrando la efectividad de las tradiciones terapéuticas, practicadas durante siglos pasados.

El instrumento de metal utilizado para la evaporación y posterior condensación de alcoholes  y esencias. Nos referimos al alambique, se fabrica en cobre, dando ese color característico de los alambiques antiguos. Sin embargo, en la actualidad se construye de distintas aleaciones o acero inoxidable.

El clásico consta de una caldera, un capitel, un cuello de cisne y un conjunto de refrigeración. Sería calentar la mezcla a destilar en la caldera. Al aumentar la temperatura separaremos los productos más volátiles que empezarán a ascender, desde el capitel. Debe tener un volumen determinado en relación al de la caldera, evita la condensación del líquido evaporado. De ahí al cuello de cisne y va siendo recogido en la fase final en forma líquida, ayudado por el conjunto de refrigeración.

Por otro lado el aceite esencial es un producto químico. Lo forma las esencias odoríferas de numerosos vegetales. El concepto se aplica también a las sustancias sintéticas obtenidas del alquitrán de hulla. Y a las semisintéticas preparadas a partir de los aceites esenciales naturales. En resumen, se extraen de los tejidos mediante diversos procedimientos físicos y químicos.

Métodos de extracción

Aclarar que de todas las plantas no se pueden extraer esencias, porque no todas desprenden perfumes fuertes. Si las glándulas de las plantas están más en la superficie, el perfume será de mayor intensidad. Por tal motivo hay varios métodos. La destilación, la maceración, la expresión y la extracción con sus sustancias volátiles.

La destilación es el más usado en la obtención de esencias. Se realiza de dos formas, en agua o en corriente de vapor. Sobre todo para las maderas aromáticas, hierbas y diversas flores.

La maceración es utilizado en flores delicadas. Se debe aprovechar la principal característica de éstas. La continuidad de seguir emitiendo sus aceites esenciales después de uno o dos días.

En la extracción colocamos las flores a temperatura ambiente, superponemos el disolvente. Esperamos a que éste se evaporice hasta obtener una pasta semisólida. Finalizamos pasando por alcohol. Es el método más lento y por ello su coste es bastante elevado.

La expresión o técnica del prensado, se usa para obtener los aceites esenciales cítricos, de cáscaras y cortezas. Hoy día existen máquinas especializadas que ejercen presión sobre los frutos.

Imprescindibles en tu despensa

Son plantas o hierbas aromáticas aquellas que se caracterizan por contener sustancias que generan aromas. Suelen utilizarse para elaborar perfumes, licores o incluso medicamentos. Además están presentes en nuestra alimentación diaria. Como el perejil, las hojas de laurel, el cilantro, el orégano, la albahaca o la hierbabuena. El tomillo, fundamental en la cocina mediterránea. Seguimos con el eneldo o el cebollino, que da sabor y aromatiza cualquier plato. Por último la frescura y aroma que aporta la menta en bebidas o infusiones.

Tradición natural

En el Parque Natural Sierra de Baza la recolección de plantas aromáticas, es una actividad de tradición. Debido a las altas concentraciones de especies autóctonas. Como el tomillo, romero, salvia, mejorana y lavanda. Existen extensiones en las cercanías del cortijo de Santa Olalla y en los secanos del territorio. Las plantas estrella son el tomillo y el romero que crecen durante todo el año. Las propiedades medicinales de todas ellas, son múltiples para la mejora de la salud.

Estamos rodeados/as de recursos naturales, solamente hay que saber utilizarlos

 

Fuente información: copper-alembic.com, verema.com, alambiques.com, aulafacil.com

Fuente imágenes: Pixabay y silvanature.wordpress.com

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